¿Te suena esta situación? Llevas semanas viendo propuestas. Todas las agencias parecen sacadas del mismo molde: te prometen «disparar tus ventas», «soluciones 360º» y «éxito garantizado». Tienes una docena de pestañas abiertas en el navegador, un cacao mental importante y la creciente sensación de que estás a punto de firmar un cheque en blanco con la misma seguridad que quien apuesta al rojo en la ruleta.
Respira. No estás solo. Elegir una agencia ecommerce es una de las decisiones más críticas para tu negocio, y la parálisis por análisis es el primer síntoma de que te lo estás tomando en serio. Pero la buena noticia es que no tienes que ser un experto en marketing digital para tomar una decisión inteligente. Solo necesitas un método, hacer las preguntas correctas y, sobre todo, aprender a detectar el humo.
Esta no es otra guía genérica. Este es el mapa de batalla que me hubiera gustado tener cuando estuve en tu lugar. Vamos a desmitificar el proceso para que encuentres un verdadero socio estratégico y no un simple proveedor que te abandone al primer problema. ¿Empezamos?
Antes de buscar fuera, mira dentro: ¿Qué necesitas realmente?
El error número uno al contratar una agencia ecommerce es empezar a buscar sin tener ni la más remota idea de lo que se necesita. Es como entrar en un concesionario pidiendo «un coche» sin saber si quieres un deportivo para dos o un monovolumen para una familia de siete.
Antes de enviar un solo email, siéntate con tu equipo (o contigo mismo) y define estos puntos. Sé brutalmente honesto (sí, como el doctor House).
- ¿Cuál es tu objetivo principal? ¿Lanzar una tienda desde cero? ¿Rediseñar la que ya tienes porque no convierte ni por error? ¿Aumentar el tráfico cualificado? ¿Optimizar la tasa de conversión? Sé específico. «Vender más» no es un objetivo, es una consecuencia.
- ¿Qué recursos internos tienes? ¿Hay alguien en tu equipo que sepa de marketing? ¿Quién va a crear el contenido, las fotos de producto, los textos? Una agencia puede hacerlo todo, pero el presupuesto no será el mismo que si tú aportas una parte.
- ¿Cuál es tu punto diferencial? ¿Por qué debería un cliente comprarte a ti y no a tu competencia? La agencia que elijas debe entender y saber potenciar ese valor único.
- ¿Qué plataforma usas o quieres usar? ¿Shopify, PrestaShop, WooCommerce, Magento? No todas las agencias son expertas en todas las plataformas. Este es un filtro fundamental.
Con la lupa en la mano: 7 claves para evaluar a una agencia candidata
Una vez tengas claro tu punto de partida, es hora de analizar a los candidatos. Olvídate de las webs deslumbrantes y céntrate en la sustancia.
- Estudia sus casos de éxito (de verdad): No te conformes con los logos en su web. Pide datos concretos. «¿Qué problema tenía este cliente? ¿Qué hicisteis vosotros? ¿Qué resultados medibles se consiguieron (aumento de facturación, mejora de la conversión, etc.)?». Si divagan, mala señal.
- ¿Son especialistas o «hacen de todo»? Cuidado con las agencias «navaja suiza». El mundo ecommerce es demasiado complejo. Busca equipos que vivan y respiren comercio electrónico. Su lenguaje, sus preguntas y sus propuestas serán radicalmente diferentes.
- Pregunta quién estará en tu equipo: Exige conocer a las personas que gestionarán tu cuenta en el día a día. ¿Hablarás siempre con un comercial o tendrás acceso directo al especialista SEO, al desarrollador o al Paid Media Manager? La comunicación directa es oro.
- Revisa su propia presencia online: ¿Cómo es su web? ¿Tienen un blog con artículos útiles y bien posicionados? ¿Qué dicen de ellos en Google o en perfiles de LinkedIn? Una agencia que no cuida su propia casa difícilmente cuidará bien la tuya.
- Su propuesta es personalizada: Si recibes un corta-pega genérico, descártala. Una buena agencia se habrá tomado el tiempo de analizar tu web, tu sector y a tu competencia antes de la primera reunión. Debe sentirse como un traje a medida.
- Transparencia en los procesos y precios: Tienen que explicarte su metodología de trabajo de forma clara. ¿Cómo informarán de los resultados? ¿Con qué frecuencia? ¿El presupuesto desglosa cada partida o es una cifra opaca? Exige claridad total.
- Busca el feeling personal: Vas a pasar muchas horas con esta gente. Van a ser una extensión de tu equipo. Si en las primeras reuniones algo no te cuadra, si no sientes confianza o te tratan con condescendencia, fíate de tu instinto.
Las «Red Flags»: 5 señales para salir corriendo
A veces, es más fácil identificar lo que NO quieres. Si detectas alguna de estas señales, probablemente estés ante uno de los peores errores al elegir una agencia ecommerce.
- 🚩 Promesas de resultados garantizados: Nadie puede garantizarte ser el número 1 en Google o triplicar tus ventas en dos meses. Quien lo hace, o miente o no entiende cómo funciona esto.
- 🚩 Falta de transparencia: Si ocultan quiénes son sus clientes, no te dan acceso a las herramientas (como Google Analytics) o no te explican qué están haciendo exactamente.
- 🚩 Contratos de permanencia abusivos: Una permanencia inicial de 3 a 6 meses puede ser razonable para ver resultados, pero desconfía de los contratos de un año sin cláusulas de salida claras.
- 🚩 Hablan solo de métricas de vanidad: Se centran en «likes», «impresiones» o «clics». Lo que importa es el coste de adquisición de cliente (CAC), el retorno de la inversión (ROI) y la facturación.
- 🚩 Te presionan para que firmes ya: «Esta oferta solo es válida hoy». El viejo truco del vendedor de humo. Una decisión así requiere tiempo.
Hablemos de dinero: ¿Qué incluye un presupuesto de agencia ecommerce?
El precio lo es todo y no es nada. Una agencia barata puede salirte carísima en tiempo y oportunidades perdidas. Generalmente, el presupuesto se estructura de varias formas:
- Fee mensual fijo: Lo más común. Pagas una cantidad fija al mes por una serie de servicios pactados (gestión SEO, redes sociales, campañas de pago, etc.).
- Pago por proyecto: Para trabajos con un principio y un fin claros, como el diseño y desarrollo de una nueva tienda online.
- Modelo híbrido: Una parte fija y otra variable en función de los resultados (un porcentaje de las ventas, por ejemplo). Este modelo alinea los intereses de ambos y es ideal si lo encuentras.
Lo importante no es la cifra, sino el valor que obtienes a cambio. Pide siempre que te detallen qué incluye cada euro que vas a invertir.
Conclusión: No busques un proveedor, busca un socio
En conclusión, una buena agencia de ecommerce tiene que tener estas tres cualidades: profesionalidad, honestidad y compromiso. Dedica tiempo a este proceso de búsqueda, haz los deberes, pregunta sin miedo y confía en tu criterio. El esfuerzo que inviertas ahora te ahorrará dinero y quebraderos de cabeza.
¿Y ahora qué?
Contactarnos sería un buen comienzo (cómo habrás intuido, somos especialistas en eCommerce 😁). Llama, manda un correo o acércate a saludarnos (dicen que nuestro café no está mal), seguro que tenemos mucho de qué hablar.