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¿Cómo trabajamos y cómo podríamos trabajar en las empresas?

Es evidente que la tecnología está cambiando nuestras vidas. En mayor o menor medida, las personas nos vamos adaptando a los nuevos tiempos con cierta facilidad. Sin embargo, las empresas no pueden decir lo mismo. Y enseguida os cuento por qué.

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La publicidad conoce perfectamente lo que anhela la sociedad, tienen estudiados nuestros deseos y envuelven sus productos en momentos con los que soñamos para que pensemos que al comprar ese producto, estaremos mucho más cerca de conseguir nuestros sueños. Os invito a analizar la publicidad actual: libertad, deportes extremos, tablas de surf o playas paradisiacas son muchos de los elementos que se repiten en la publicidad actual y no es por casualidad. Hoy, los consumidores buscamos un equilibrio entre la vida personal y la profesional. Buscamos ganar dinero, pero también queremos tener tiempo para disfrutar de la vida, de los nuestros y en definitiva… ¡VIVIR!

¿Se están adaptando las empresas a estos cambios? ¿Están ayudando a que sus empleados consigan sus sueños fuera de la oficina?

Es evidente que la tecnología nos permite trabajar desde cualquier parte del mundo y seguir cumpliendo nuestras obligaciones profesionales. ¿Por qué no beneficiarnos de ello? A eso, en parte, es a lo que me refiero de que las empresas no terminan de evolucionar. Quizá lo que aún necesitamos es un cambio de mentalidad. Un cambio en el que todos los actores deben poner de su parte. El “jefe” confiando en su equipo y ofreciendo cierta flexibilidad a los empleados. Y estos, trabajando de forma responsable cuando no lo hacen desde la oficina.

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Ideas para mejorar el rendimiento y la conciliación

Hoy queremos compartir con vosotros algunas medidas implementadas en nuestra agencia, que tienen como objetivo la conciliación entre la vida personal y profesional del equipo.

  • Medir por objetivos: El trabajador conoce perfectamente sus objetivos y por sus objetivos será medido a final de año. Cumplir objetivos nada tiene que ver con echar horas sentado en una silla. Tiene que ver con resultados. De esta forma, el trabajador está perdiendo esa práctica tan habitual que existe en muchas empresas en las que vemos a “calentadores de sillas” haciendo largas jornadas de trabajo sin sentido.
  • Entrar antes para salir antes: Entrar a las 9:30 o las comidas de 2 horas hacen la jornada laborar interminable. Llegas al viernes y te da la sensación que lo único que has hecho en toda la semana es dormir y trabajar. Y encima el viernes estás tan cansado que solo quieres cenar y meterte en la cama.
    El concepto 8-8-8 es verdaderamente interesante: 8 horas para trabajar, 8 horas para dormir y 8 horas para TI. Esto puede hacerse si la jornada laboral comienza alrededor de las 8 y comemos en 1 hora. De esta forma a las 17:30 estás fuera de la oficina. Con tiempo para disfrutar de ti, de tu familia o de tus aficiones
  • Teletrabajo: Si los objetivos están correctamente definidos, no es necesario pasar el 100% de la jornada laboral en la oficina. Son muchos los trabajadores que agradecen el poder trabajar desde su casa y evitar desplazarse ciertos días de la semana.

En Dos Setenta venimos realizando estos cambios en el último año y gracias a ello, ha mejorado la productividad y calidad de la empresa, ha bajado la rotación de los empleados y sobre todo, existe una gran confianza en el trabajo de todos los miembros de la agencia.